A las seis de la tarde sólo había un pequeño grupo de treintañeros que no parecían demasiado entusiasmados haciendo cola bajo la llovizna de Londres.
Dos horas más tarde, sin embargo, la sala del O2 Shepherds Bush estaba llena y el público esperaba impaciente en un teatro que, si no fuera por los porteros que inspeccionaban a conciencia los bolsos, podría estar en Madrid o Barcelona.
Dos mil personas, entre españoles y latinos de distintos países, asistieron este sábado 29 de mayo a un concierto en el que disfrutaron hasta el puñado de ingleses que miraban sorprendidos a la multitud que no dejaba de saltar a su alrededor.
El grupo ya lo había advertido en la entrevista: "Hemos preparado un repertorio con canciones que recogen toda nuestra vida para que la gente lo pase bien". Y sin duda lo consiguieron. Los Hombres G cumplieron las expectativas y tocaron todos sus grandes éxitos, desde "Nassau" hasta las conocidas "Sufre Mamón" o "Suéltate el pelo", provocando el delirio de algunas de sus antiguas fans, que perdieron el control y hasta lanzaron sujetadores al escenario en un gesto que tenía mucho de nostálgico.
El cuarteto al completo -David, Rafael, Daniel y Javier- nos recibió con ojeras tras la prueba de sonido y, aunque parecían cansados, seguían teniendo ese aire de chicos de barrio e ídolos adolescentes que acompañan a los iconos con los que has crecido. "Acabamos de estar en Estados Unidos", se justificó el guitarrista Rafa, mientras esperaban las preguntas con profesionalidad.
Desde que retomaron los Hombres G hace ahora unos años, han viajado por América, España y ahora por primera vez han estado en Zürich y Londres. "Nosotros creemos que lo de tocar en Europa tiene que ver con Internet", decían convencidos. "Internet es como una ventana abierta y podemos localizar a un montón de fans del grupo en lugares como Suiza, Inglaterra, Italia o Francia".
Para ellos cantar en español ha limitado su presencia en países con otras lenguas pero no ha supuesto ninguna barrera para llegar a toda Latinoamérica. Incluso se beneficiaron de algunos malentendidos. "Cuando llegamos a Sudamérica en el año 85 con "Sufre Mamón", una canción que en España hasta les encantaba a los niños, nos pusieron como si fuéramos unos Marylin Manson", explicaba David Summers, vocalista del grupo. "Escandalizamos a media Sudamérica y la polémica nos ayudó porque nos hicimos mucho más famosos de los que pretendíamos".
Una fama que les llevó a vender millones de discos, actuar en cientos de conciertos y convertirse en todo un fenómeno social. En los años 80 los Hombres G representaban todo un mundo para los adolescentes y un símbolo para las tribus urbanas que surgían en España. "Pero nosotros nunca fuimos un grupo creado por una compañía para provocar un fenómeno de fans", explicaba David, todavía deseoso de aclarar este punto, "éramos un grupo de barrio y el fenómeno nos pilló por sorpresa".
Para el cantante los grupos de fans eran Los Pecos o Miguel Bosé, aunque lo cierto es que las películas veraniegas que filmaron, "Sufre Mamón" y más tarde "Suéltate el pelo", ayudaron a sumar jovencitas entusiastas. La historia que contaba las aventuras de una banda de rock de instituto que rivalizaba con los pijos guaperas los encumbró como ídolos de miles de adolescentes y llenaron las portadas de revistas. Aunque "siempre nos lo tomábamos a broma y por eso hicimos la canción de las chicas cocodrilo", explicó David Summers.
Ahora los tiempos han cambiado y el grupo ha decidido mirar hacia Internet con una página propia, Hombresg.tv, y canciones nuevas que sólo pueden descargarse en la web. Y, ¿no les preocupa que el público no pague? "La gente hace mucho daño descargándose las canciones gratis", protestó el vocalista del grupo. "La única lectura positiva de todo eso", concedió al final, "es que con las descargas ilegales tu música se expande". Hasta sin ninguna promoción, aseguró, "ves que llenas una sala de 30.000 personas".
Summers pone el ejemplo de Perú porque en este país la piratería ha acabado con las discográficas y las compañías culturales y de entretenimiento. "Allí no puedes comprar nuestro disco de manera legal". Y no sólo su disco. Rendidas ante un mercado desolador han dejado de distribuir también videojuegos y películas. "Simplemente el formato legal no existe".
Muchos aseguran que lo que está ocurriendo en Internet es el motivo de que tantos grupos se hayan reunido de nuevo para hacer giras y conciertos que contrarresten los efectos de la pérdida de las ventas de discos. Aunque, para ser justos, las intenciones de los Hombres G se revelan más sólidas.
Desde que volvieron en el 2002 han grabado dos discos y este otoño tienen planeado presentar otro nuevo para el que habrá también un CD. Además parecen de verdad emocionados con el concierto en la capital británica. "Para nosotros Londres es la cuna de la música que más nos ha gustado siempre. Tenemos muchas influencias de grupos ingleses y estar aquí, 25 años después, es algo muy especial".