Camden Town, al norte de la ciudad (Northern Line: Camden Town Station) es una visita obligada para todo aquel que quiera conocer Londres. Desde siempre ha sido una zona alternativa donde no es difícil encontrar personajes de lo más variado: punks, siniestros, seguidores de la moda vintage  e incluso al hombre con más piercings en la cara del mundo. En un sitio así, es de esperar que se encuentren los pubs más provocadores de la ciudad, y en cierto modo es así aunque, poco a poco, la zona de Shoreditch le va ganando terreno en ese aspecto.

A sólo unos cuantos pasos de la estación de metro, encontramos el World´s End, un pub que se jacta de ser uno de los más grandes de Londres y, después de haberlo visitado, nadie sería capaz de desmentirlo.

Tiene dos zonas: una, el pub original y de más clara tradición inglesa, que cuenta con una barra central rodeada de mesas con butacas donde poder tomar una pinta tranquilamente. Otra bastante mayor, en tres niveles diferentes, en el que nos da la impresión de estar en una calle interior gracias a sus paredes de ladrillo visto y la enorme claraboya que ilumina de forma natural toda esta parte del local.  Esta zona cuenta con una terraza interior con su propia barra y un salón inferior con mesas y butacas para estar más relajado.

La variedad de cervezas cumple con los requisitos generales, y la lista de bebidas destiladas no está nada mal. En cuanto a la música, estando en Camden, no podía ser otra que rock alternativo y heavy metal en horas más avanzadas.

La clientela es de lo más variopinta porque, si bien encontramos parroquianos “made in Camden”, también vemos grupos de jóvenes ejecutivos que salen del trabajo y paran a charlar y tomarse algo, o turistas que han andado todo el día de compras por los mercados y descansan en alguno de sus sillones.

Finalmente entre las dos zonas del pub hay un puesto de comida independiente del resto del local. En él sirven comida tailandesa y platos típicos de Reino Unido, que puedes saborear con una buena pinta.

Si como reza su nombre, estamos en el Fin del Mundo, no se está nada mal.