¿Has visto alguna vez la primera página de los cómics de Astérix y Obélix en la que aparece la aldea gala resistiendo en medio de la Galia romana? Cuando salimos de la estación de metro de Richmond, a no pocos nos asalta la sensación de estar en una atmósfera parecida.
Richmond es Londres, pero no lo es. Lo es porque, entre otras cosas, está a una media hora de trayecto en Metro (District Line), pero deja de serlo si nos fijamos en su ambiente rural, en sus pequeñas y cuidadas calles adornadas con flores y repletas de boutiques, cafés y encantadores restaurantes.
Cuando se camina por unas de sus calles principales, George Street, vemos que su vida diaria tiene muy poco que ver con la que podemos descubrir en Oxford Circus. Los habitantes de Richmond tienen ese privilegio de poder de poder respirar tranquilidad.
Si callejeamos un poco y atravesamos Richmond Green, principal zona verde del centro de la ciudad, llegamos al paseo del río Támesis. En este punto nos empezamos a dar cuenta de que Richmond no es sólo calles con encanto. El paseo por la ribera del río Támesis es uno de los paseos más espectaculares de Londres. Las calmadas aguas pasan por debajo del puente de piedra del siglo XVIII que corona el paisaje, y a lo largo del camino podemos sentarnos a disfrutar del día y de las vistas en alguna cafetería o en los jardines que nos van acompañando a lo largo del trayecto.
Ya sólo por esto Richmond es visita obligada. Pero todavía queda por ver lo mejor. Si seguimos caminando por la ribera del Támesis y, tras atravesar algunos prados que, advertimos, pueden dar la sensación de haber viajado en el espacio-tiempo, llegamos a los lindes del Richmond Park. Es el parque más grande de toda la red de espacios verdes en Londres y en él podemos disfrutar de un ambiente totalmente campestre. Antiguamente, este parque era zona de caza para la realeza y todavía es hogar de ciervos y otros animales salvajes. Así que, si se dispone de tiempo, merece la pena adentrarse en esta enorme extensión y tener la oportunidad de ver alguno de ellos en su ambiente natural. Desde una de sus colinas, King Henry´s Mound, se tiene una completa vista de Londres desde el Sur. En los días despejados, y gracias a las llanuras que rodean todo el paraje, se puede llegar a disfrutar de un paisaje que llega hasta la misma Catedral de Saint Paul, a más de 12 kilómetros de distancia. Si el tiempo no permite vistas a larga distancia, no hay problema, los jardines que adornan la colina y sus románticos senderos habrán compensado el esfuerzo de subir hasta allí.
Pudiendo elegir lugar para vivir, Mick Jagger y Keira Knightley eligieron Richmond. Por algo será, ¿no?
Richmond Park