Pocos cementerios tienen tanta vida como Tower Hamlets Cemetery, una joya escondida en medio del mar de urbanizaciones que conforman el este de Londres.

También conocido familiarmente como Bow Cementery, se encuentra a escasa distancia de la parada de metro Mile End (Central Line). Basta atravesar una calle para librarse del estruendo cotidiano londinense y descubrirse en un oasis silencioso donde el tiempo parece haberse detenido en algún recodo del siglo XIX.

Fue fundado en el año 1841 y cesó de recibir clientes en 1966. Lejos de ser un lugar muerto, es un raro vivero de fauna y flora en medio del asfalto. Así lo prueba el hecho de que en 2001 fuera declarado reserva natural local.

En sus avenidas, además de imaginativos y sugerentes monumentos fúnebres victorianos, se pueden encontrar variados tipos de mariposa, anfibios, reptiles, aves, mamíferos y una larga lista de especies vegetales como sicomoros, violetas, margaritas o jacintos.

Con sus 33 acres de bosque, Tower Hamlets Cementery es un escenario ideal para paseos distraídos. Sorprende siempre el contraste de su aire antiguo con ángeles cubiertos de musgo y líquenes frente la silueta lejana de los altísimos rascacielos de acero y cristal de Canary Wharf.

Metro: Mile End

Web: www.towerhamletscemetery.org